La publicidad es una vía de
rentabilidad comercial que, hoy en día, no ha sido completamente
explotada por el ámbito de los videojuegos. Actualmente, Microsoft y Electronic Arts han establecido alianzas para impulsar este mercado,
pero aún no se ha certificado del todo cómo van a llevarse a cabo.
Este recurso potenciaría el realismo
del videojuego debido a que la posibilidad de permanecer “on line”
durante el tiempo deseado nos mantiene al día de toda la actualidad,
adaptándose al jugador, a la ubicación geográfica, etc. Esta
variante se denomina “in game advertising” y genera unos 800
millones de dólares anuales. Un ejemplo de ello puede ser la
aparición de publicidad real en las marcas de ropa de los
personajes, la visualización de tiendas en escenas del videojuego o
incluso su aparición en marquesinas, vallas y muros de carreteras o
pistas de deporte. Es de tener en cuenta, que este recurso se debe
utilizar en zonas visibles para el usuario, pero que aparezcan de
forma casual para no incomodarle.
Es de interesante mención una frase de
Nolan Bushnell, fundador de la compañía Atari y pionero en la
industria de los videojuegos: “Los estadounidenses dedican unas 27
horas de media a la semana a la televisión, mientras que a los
videojuegos dedican unos 7 u 8 horas semanales. Lo que implica que
comparando ambas cifras, el mercado de la publicidad en los
videojuegos debería rondar entre los 25.000 y los 30.000 millones de
dólares, pero no es así”.
En mi opinión, la publicidad puede ser
uno de los medios de financiación más interesantes en estos
momentos ya que beneficiaría a ambas partes, es decir, tanto a
empresarios sufragando parte de los costes de diseño, fabricación y
lanzamiento del producto y dando la posibilidad, finalmente, de
manejar presupuestos mayores; como a compradores obteniendo esos
productos a costes más reducidos.
Pero este útil, puede convertirse en
un arma de doble filo, ya que una mala colocación de la publicidad
puede hacer que el usuario se sienta invadido. Para evitar dicho
inconveniente, se deberían hacer estudios profundos sobre la
tolerancia de los jugadores frente a la aparición de publicidad.